El efecto del sol – En la piel de los niños

Jugar afuera, al sol, es uno de los placeres más grandes de la niñez. Sin embargo, estamos más informados que nunca sobre los daños de los rayos solares y dado que su intensidad va en aumento, la delicada piel de los niños necesita la protección más segura que se tenga disponible. Así que, a estar a protegidos en el sol.

Se conoce muy bien los beneficios de la exposición a los rayos solares, que van desde el bienestar mental hasta la formación de vitamina D, la cual es esencial para nuestra estructura ósea. Sin embargo, sin la protección debida, nuestra piel está en riesgo de daño por radiación UV, específicamente la piel de los niños que es más sensible a los rayos solares.

La piel de los niños es diferente de la de los adultos en varios aspectos importantes. Aprendé más acerca de la piel en edades diferentes.

El espesor de la piel infantil es sólo la 1/5 parte de la piel del adulto a pesar de tener el mismo número de capas. Su capa córnea, la capa más externa de la epidermis que nos protege activamente frente a las influencias medioambientales y retiene humedad, es más delgada y sus células están menos densamente compactadas. En consecuencia, la función de su barrera es menos eficiente y las sustancias son captadas más rápidamente en las capas más profundas. Aprendé más acerca de la estructura cutánea.

La pigmentación (síntesis de Melanina) en la piel infantil no está plenamente desarrollada. La Melanina es la sustancia que confiere a nuestra piel su coloración natural o pigmentación. Cuando salimos y nos exponemos al sol, nuestras células producen Melanina extra para protegernos frente a las quemaduras: es lo que llamamos "bronceado".
En la piel de los niños también se hallan melanocitos (células productoras de Melanina) si bien son menos activos, por lo que muestran una mayor sensibilidad a los rayos UV.
Aprendé más acerca del efecto del sol sobre la piel corporal.

Por estas razones, es importante usar productos que sean formulados especialmente para los requerimientos de la piel de los niños. Esto significa, no sólo brindar los niveles más altos de protección, sino también ayudar y fortalecer las defensas propias de la piel.

El eritema solar es el daño del sol agudo causado por la radiación UV, específicamente los rayos UVB. Es señal que la radiación UV ha dañado el material genético, o ADN, de las células de la piel. La sobreexposición a la luz solar incrementa el riesgo de cáncer a la piel.
Los síntomas normales de la quemadura solar son enrojecimiento e inflamación de la piel, a veces acompañados de fatiga y un leve mareo.es el daño agudo causado por la radiación UV del sol, concretamente los rayos UVB. Es un signo indicativo de que la radiación UV ha dañado el material genético, o ADN, de las células cutáneas. La sobreexposición a la luz solar incrementa el riesgo de cáncer de piel. Los síntomas característicos del eritema solar son el enrojecimiento y la inflamación de la piel, en ocasiones acompañados de fatiga general y un leve mareo.

Si tenés alguna preocupación acerca de la piel de tus hijos, es importante que busques la opinión profesional de un dermatólogo o pediatra.

El sol emana luz UV de tres formas, ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC). Los rayos UVA están presentes casi constantemente durante el día. Penetran profundamente las capas inferiores de la piel y juegan un papel importante en los daños a largo plazo, como envejecimiento cutáneo prematuro, la lesión indirecta del ADN, la EPL y daños al ojo y a la retina. Los rayos UVB proveen la energía que la piel necesita para generar vitamina D, pero también son responsables del daño agudo del sol, incluyendo quemaduras solares y daño directo al ADN. Los rayos UVC son bloqueados por la atmósfera de la tierra y por ende, no llegan a la piel.

Leé más acerca de cómo afecta el sol a la piel.

Tradicionalmente, el cáncer a la piel se ha asociado con grupos de edad mayores y la práctica de ‘adoración al sol’. Estadísticas recientes muestran que es el segundo tipo de cáncer más común en jóvenes adultos (15 - 34) en el Reino Unido (Cancer Research UK) y el cáncer más común en Australia en personas de 15 – 44 (Cancer Council Australia).

Así, los estudios demuestran que la quemadura solar durante la niñez dobla el riesgo de una persona de contraer cáncer a la piel (J. Invest. Dermatol 2003).

Algunas situaciones y afecciones pueden exacerbar adicionalmente los efectos del sol sobre la piel infantil.

• Es más probable que los niños con piel clara, cabello rojo o pecas presenten eritema solar, debido a que su piel produce menos melanina, sustancia que protege frente a la radiación UV. Leé más acerca de tipos de piel
• La prescripción de medicaciones para el acné puede propiciar que la piel sea más sensible a la luz solar.
• Usualmente se recomienda que los niños que tengan lunares prominentes en la piel sean protegidos del sol, dado que algunos lunares se pueden volver cancerosos.

Los niños de familias con antecedentes de cáncer de piel presentan un mayor riesgo de contraer ellos mismos este tipo de cáncer.

El conocimiento de los diferentes niveles de intensidad del sol puede también contribuir a limitar los efectos de la radiación UV sobre la piel de los niños.

• Todos los niños deben permanecer fuera de la actividad del sol durante las horas de máxima intensidad, entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde. Este periodo corresponde a cuando los rayos UVA y UVB tienen que recorrer un camino mucho más corto a través de la atmósfera terrestre, por lo que su intensidad es considerablemente mayor. Incluso los protectores solares con FPS elevados no filtran el 100% de los rayos UV, motivo por el cual puede aparecer un daño celular en las capas epidérmicas de la piel.
• Los bebés deben quedar resguardados de la luz solar directa.
• Incluso en días nublados los niveles de rayos UV pueden ser altos, dado que las nubes reflejan la radiación hacia la tierra.

Los dermatólogos sugieren que se utilice un protector solar específico a sus requerimientos.

Dado que se ha comprobado que el daño UV y las quemaduras de sol reiteradas en la niñez incrementan el riesgo de cáncer a la piel más adelante en la vida, es crucial que los niños estén adecuadamente protegidos.

La aplicación de un protector solar es de suma importancia para mantener la piel saludable y segura; para la piel de los niños es especialmente importante usar un protector solar específicamente desarrollado para sus requerimientos.

En general, los protectores solares para adultos y niños utilizan tanto filtros químicos como minerales para proteger contra los rayos UVA y UVB. Éstos funcionan de maneras muy distintas:  Los filtros químicos absorben la radiación UV y liberan a continuación la energía en forma de radiación térmica, que crea una sensación de calor. Los filtros minerales, que están compuestos por pigmentos minerales inorgánicos, reflejan o dispersan la radiación UV que llega a la superficie, pero no permiten que penetre la piel.

La barrera protectora que crean los filtros minerales los hace muy adecuados para proteger la piel de los bebes, niños pequeños y de cualquiera que tenga una piel altamente sensible e intolerante del sol.

La piel infantil requiere una protección FPS muy alta con filtros UVA y UVB. Desde un punto de vista ideal y en función de sus vidas activas, el protector solar debe ser resistente al agua.

Las pieles sensibles pueden reaccionar ante ciertos componentes, por lo que es conveniente evitar colorantes, perfumes y parabenos y buscar idealmente pruebas clínicas de tolerabilidad. Eucerin Kids Sun Loción FPS 50+ y Eucerin Kids Sun Spray FPS 50+ están diseñados específicamente para las necesidades de la piel delicada de los niños.

Hay muchos modos de prevenir que la piel infantil quede dañada por la radiación UV. Aunque las dos mejores opciones son, por supuesto, mantener la piel cubierta y evitar su exposición al sol, estas medidas no son siempre de posible aplicación.

Otras ideas prácticas para el día a día:

• Elejí ropas tejidas densamente y que proporcionen una cobertura máxima; pensá en la necesidad de cubrir el cuello, los brazos, el pecho y las piernas.
• Utilizá FPS muy elevados (idealmente FPS 50+).
• Usá un sombrero de ala ancha y anteojos de sol. 
• Disponé de agua abundante para beber.
• Pensá en la conveniencia de crear sombra mediante un parasol.

Las comidas sanas pueden ayudar. En estudios recientes se ha demostrado que ciertos alimentos contribuyen a reducir el daño de la piel causado por el sol: la ingestión regular de carotenoides (verduras y frutas rojas, amarillas y anaranjadas) durante un periodo prolongado puede ayudar a proteger frente al eritema solar y fortalecer las defensas naturales de la piel. Se han obtenido resultados similares con dietas ricas en grasas omega (aceite de oliva, pescado azul), Vitaminas C y E y flavonoides; las comidas deben ser pobres en productos lácteos y carnes rojas.

En estudios se ha demostrado que la población utiliza en general sólo 1/4 del protector solar que realmente necesita. Para una pauta óptima conviene cumplir las normas siguientes:

• Ser generoso en el momento de aplicar el protector solar sobre la piel infantil.
• Aplícarlos antes de salir al exterior (20 minutos antes de la exposición) dándole tiempo al protector solar para que sea absorbido por la piel. 
• Asegurarse de cubrir, de modo denso y completo, la cara, incluyendo las orejas y el cuello. Incluso la piel facial de los adultos es muy sensible al sol.
• Dedicar una atención especial a zonas que a menudo se olvidan, como las rodillas y las partes superiores y los dorsos de los pies.
• Agregar otra capa 30 minutos después para proporcionar cobertura y protección plenas.
• Repetir la aplicación cada 2 horas, especialmente después de nadar, sudar y secarse con la toalla.

La prevención es preferible cuando se trata de reducir los efectos del sol. No obstante, después de que la piel haya sido expuesta excesivamente al sol, todavía puede tomar ciertas medidas.

Rehidratate. Bebe agua abundante para rehidratar la piel.

Utilizá un protector solar que contribuya a reparar la piel dañada por el sol. Se ha demostrado que el componente activo, Ácido Glicirretínico, sustenta los procesos de reparación naturales del ADN en la piel dañada por la luz UV. Este principio activo está combinado en todos los productos Eucerin Kids Sun Protection con el antioxidante natural, Licochalcona A, que evita la formación de radicales libres.

En casos graves de eritema solar, especialmente en niños o bebés, consultá de inmediato con un médico.