Las malformaciones vasculares se presentan en recién nacidos abarcando diferentes regiones nerviosas o dermatomas. Sus manchas son de color rojo-violáceas a rosadas.
El diagnóstico debe ser realizado por un dermatólogo, y es recomendable que este se realice a una temprana edad (antes del año de nacimiento) para así facilitar su tratamiento.
Junto al diagnóstico dermatológico, es importante un abordaje multidisciplinario, ya que hasta un 20% de ellas se asocian a otros síndromes que pueden llevar a la ceguera y a las convulsiones.
Se debe realizar un control oftalmológico para descartar compromiso ocular realizando fondo de ojo y medición de la presión ocular y control neurológico con angioresonancia o Ecodoppler para realizar un seguimiento de la patología.